En lo que va de la pandemia la PNP ha impuesto más de seis mil papeletas y muchas a jóvenes reincidentes que no terminan de comprender que su irresponsabilidad le puede costar la vida a sus seres queridos, al llevar el contagio a casa. La irresponsabilidad es tal que los detenidos infraccionando un viernes vuelven a ser intervenidos el domingo.
A los infractores les aplican una multa, que nunca pagan. Por eso el representante del Defensor Pueblo en La Libertad, José Luis Agüero Lovatón, dijo que viene coordinando con el despacho del congresista Luis Valdez Farías para que se emita una nueva forma de delito para quienes infringen las normas durante la emergencia sanitaria.
“Está semana debe terminarse el anteproyecto para presentarlo al Congreso”, manifestó Agüero, lamentando que estos jóvenes tendrán un cargo de conciencia de por vida al ver morir a sus familiares por culpa de un rato de diversión.
MÁS CAMAS EN C.M. RAMÓM CASTILLA
Para atender la segunda ola de la pandemia, el presidente del Comando Regional Covid-19, Manuel Llempén Coronel, adelantó que aprovecharán que los dormitorios de los cadetes del Colegio Militar Gran Mariscal Ramón Castilla están desocupados para atender allí también a pacientes leves o moderados.
Esto se sumará a las 600 camas de campaña que se instalarán en diversos ambientes, entre ellos el estadio Chan Chan, donde se habilitará un Centro de Atención Temporal. El objetivo es que las personas contagiadas no sean tratadas en su casa y después lleguen a los hospitales cuando el mal está avanzado y es poco lo que se puede hacer para atenderlos.
OXÍGENO EN CASA PUEDE SER DAÑINO
Según se explicó, el suministro de oxígeno durante las 24 horas está llevando a la muerte a los pacientes atendidos en casa, porque los pulmones dejan de trabajar, se vuelven haraganes y cuando se les retira el oxígeno no trabajan. La falta de una atención adecuada en la oxigenación está llevando a que se aumente de presión a los pacientes y esto les provoca finalmente, en la mayoría de los casos, una neumonía letal.
“Por eso estamos buscando evitar que los contagiados se atiendan en su casa y después lleguen graves a los hospitales'', manifestó Llempén.
En la reunión se pidió a la población ayudar denunciando ante la policía las reuniones o celebraciones. Si la gente no acata las recomendaciones, por más que se implementen más camas hospitalarias o camas UCI la situación en los hospitales no va a cambiar.
La alta velocidad de contagio de la variante brasileña de la covid-19 y su alto grado de letalidad debe motivar una nueva reflexión a no bajar la guardia. Antes un contagiado grave tenía un tratamiento de un mes en promedio en una cama UCI, ahora en solo una semana están falleciendo. Ahora incluso el porcentaje de fallecidos menores de 60 años se ha incrementado al 40%.
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