Mientras Mercedes Ruiz Quispe se alistaba para asistir a su primer dĆa de clases en la universidad, tambiĆ©n preparaba los Ćŗtiles y alimentos que llevarĆa su hija a su colegio inicial. La joven cumplĆa con la decisión que habĆa tomado desde que nació su pequeƱa: cuidarla en cada etapa de su vida y, a la vez, continuar su sueƱo de ser profesional.
Mercedes nació en Lima, pero fue criada por sus abuelos y tĆos en Urcos, departamento de Cusco. Desde pequeƱa apoyaba el negocio familiar, por lo que continuó sus estudios escolares en un Centro de Educación BĆ”sica Alternativa (Ceba) los fines de semana. “A pesar de ese esfuerzo, me encantaba ir a clases, y destacaba al ocupar los primeros puestos”, menciona la joven. Desde el colegio supo que su vida y la de su familia podĆa transformarse con la educación, por ello se propuso ser una profesional.
Tras acabar la secundaria se preparó desde su casa para ingresar a la universidad mientras que seguĆa trabajando. Tiempo despuĆ©s, quedó embarazada y determinó dar lo mejor de sĆ misma para salir adelante. Se inscribió en el centro preuniversitario de la Universidad Nacional San Antonio de Abad para postular a la carrera de AgronomĆa, sin embargo, no logró ingresar.
“Yo veĆa a mi hija y me motivaba a no quedarme atrĆ”s. Mi hija fue el gran motivo, me dio mucha fuerza y decidĆ intentarlo una vez mĆ”s”, comenta. En esta segunda postulación sĆ logró ingresar. Ya durante su educación superior, trabajaba en diferentes oficios y no lograba desempeƱarse correctamente en la universidad. A pesar de ello, obtenĆa altas calificaciones.
En el 2019 se enteró del Programa Nacional de Becas y CrĆ©dito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, postuló a una beca y resultó ganadora. Ahora estĆ” próxima a egresar y hace algunos meses inició su propio emprendimiento de venta de plantas. “Quiero decir a todas las madres que no se rindan. Ingresar a la universidad siendo madre fue un reto tremendo, pero ahora estoy cerca a la meta. Sigan adelante, es una gran satisfacción y orgullo para una misma y para sus hijos”, resalta.
“Nada es imposible para nosotras”
Karina Yupanqui PeƱa se levantaba todos los dĆas a las 5 a. m. para ir a vender pan, junto con sus hermanos, en las calles de Huamanga, de su natal Ayacucho. Luego, debĆa ir a su colegio. Los profesores ponĆan su caso como ejemplo de esfuerzo y perseverancia porque a pesar de tener esta rutina, sobresalĆa por sus notas frente a sus demĆ”s compaƱeros. “Eso me inspiraba a seguir”, cuenta.
En la secundaria, personal de salud visitaba su colegio para dar charlas de planificación familiar y cuidados reproductivos con los que conectó mucho. Desde pequeƱa sintió el deseo de servir a las personas y supo que su vocación era la Obstetricia. Tras acabar el colegio, se matriculó en una academia universitaria para estudiar en las maƱanas y trabajar en las tardes y las noches. “Fue un proceso muy cansado, pero valió la pena, ingresĆ© a mi anhelada carrera en la Universidad Nacional San Cristóbal De Huamanga”, indica.
Por sus destacadas notas en la universidad, Karina resultó ganadora de una beca del Pronabec, beneficio que le permitió dedicarse plenamente a sus estudios. Esto tambiĆ©n le permitió apoyar en diferentes voluntariados organizados en la Ć©poca de la pandemia, 2020 y 2021, en la Municipalidad de Huamanga y en radios comunitarias. “LlevĆ”bamos canastas, participĆ”bamos en campaƱas integrales de salud y dĆ”bamos asesorĆas sobre medidas de bioseguridad a los pueblos mĆ”s alejados. Luego de ello, he dado charlas preventivas de salud reproductiva y cuidado de la madre antes, durante y despuĆ©s del embarazo”, sostiene.
Finalizadas sus labores acadĆ©micas, decidió formar su familia, realizando asĆ sus atenciones preconcepcionales antes del embarazo, luego al quedar embarazada llevó todos sus conocimientos a la prĆ”ctica, como con los cuidados prenatales. Ahora, como madre de un bebĆ© de 4 meses, tambiĆ©n trabaja en la elaboración de su tesis y se prepara para iniciar su SĆ©rums. “Mi hijo me motiva a esforzarme mĆ”s. Estudio y continuarĆ© haciĆ©ndolo por mĆ misma, para progresar como persona. A todas las madres les digo que no se rindan, tener un hijo no es un limitante para conseguir tus metas, sino un motor que nos da mĆ”s impulso. Recuerden que nada es imposible para nosotras”, subraya.
“Para el estudio no hay edad”
Cuando Erika Arce Anibal comenzó a vivir en la ciudad de Pucallpa, para cursar su quinto de secundaria, sentĆa cierto temor de no adaptarse. SalĆa de su comunidad Shipibo-Conibo en Ucayali porque sus padres consideraban que en Pucallpa podĆa tener mĆ”s oportunidades de aprender el Castellano y estudiar. Ella se prometió que al lugar que fuese conservarĆa su cultura nativa.
Tras acabar el colegio estudió la carrera de Secretariado, la terminó y obtuvo su tĆtulo tĆ©cnico. Trabajó en ese oficio sin dejar de realizar tejidos y confecciones con diseƱos shipibos, los que tambiĆ©n vendĆa. A los 28 aƱos quedó embarazada, comenzó a buscar otras opciones de trabajo y se convirtió en asistente de educación inicial; es ahĆ donde se enamoró de la carrera. Continuó trabajando algunos aƱos y decidió estudiarla como segunda carrera.
A sus 36 aƱos ingresó a la carrera de Educación Inicial Bilingüe de la Universidad Nacional Intercultural de la AmazonĆa. Su empeƱo se mostró en sus altas notas obtenidas en la universidad, por lo que tambiĆ©n salió ganadora de una beca del Pronabec. Erika le enseñó a su hija, quien ahora tiene 9 aƱos, el arte de su cultura shipiba, y la niƱa tambiĆ©n elabora algunas prendas.
“Nosotras, las madres, si queremos estudiar, podemos hacerlo. De esta manera tambiĆ©n le damos una mejor educación a nuestros hijos. Para el estudio no hay edad, cuando una quiere cumplir sus sueƱos no importa la edad para conseguirlos”, resalta.
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