Mi buen amigo, el industrial - TRUJILLO ES HOY

martes, 7 de noviembre de 2023

Mi buen amigo, el industrial

 



La Nueva Ley de Industrias podría beneficiar a empresas que no necesitan privilegios tributarios ademÔs de generar espacios de corrupción en regiones.

Apoyar la industria peruana es necesario, especialmente en tiempos difĆ­ciles y con un gobierno estĆ”tico y paralizado por el miedo. Sin embargo, “Nueva Ley de Industrias” promovida por el congresista JosĆ© Enrique JerĆ­ y apoyada por la Sociedad Nacional de Industrias, no parece ser la solución a un problema, sino un problema mucho mĆ”s grande.

 

La ley Jerí inicialmente prioriza ocho sectores: alimentos y agroindustria, pesca y acuicultura, textil y confecciones, industria naval, energías renovables y electromovilidad, proveedores de la minería, TIC y comunicaciones, y forestal. Sin embargo, a medida que la ley evoluciona, se añaden sectores que no necesitan beneficios tributarios o económicos. Por ejemplo, se plantea exonerar de impuestos a la industria de los autos eléctricos, pero hoy no existen empresas peruanas que los produzcan. La industria de la electromovilidad requiere su propia política (ver grÔfico).

 

Esta ley plantea la creación de un Fondo de Desarrollo Industrial, que opera a través de garantías y créditos directos. Sin embargo, experiencias pasadas con actividades estatales en el sector bancario han demostrado su alto costo y absoluta inutilidad.

 

La iniciativa promovida pĆŗblicamente por la Sociedad Nacional de Industrias – SNI plantea un tratamiento privilegiado a las empresas nacionales, entre otras cosas, para procesos de contratación con el Estado. Esto es inconstitucional, ahuyenta la inversión privada y desincentiva la competencia y la innovación, haciendo que el perdedor sea el cliente final.

 

La ley intensifica las exoneraciones tributarias territoriales, en la selva y en la sierra altoandina, por ejemplo. Existen diversos estudios que demuestran que estas exoneraciones no han servido para combatir la pobreza, formalizar o incrementar la inversión. Pero lo peor es que algunas exoneraciones ya existentes generan distorsiones graves.

 

Por ejemplo, la exoneración de impuestos a los combustibles no ha favorecido el desarrollo industrial en la selva y, por el contrario, ha hecho que vengan de otros países a comprar combustible en Perú (ver grÔfico).

 

 

 

La creación de zonas económicas especiales manejadas por los gobiernos regionales es una pésima idea. La mayoría de gobernadores afronta procesos judiciales o estÔ en la cÔrcel, y es conocido como gobiernos regionales y locales no hacen mÔs que extorsionar al empresariado o coludirse con él para robar.

 

Finalmente darle beneficios tributarios a quienes contraten colaboradores con grados de doctor o magĆ­ster, ademĆ”s de ser discriminatorio, fomentarĆ­a un mercado “bamba” de tĆ­tulos que no agregarĆ”n ningĆŗn valor a la industria y que SUNEDU no serĆ” capaz de supervisar. Las crĆ­ticas podrĆ­an continuar, pero nos falta espacio. En resumen, asĆ­ redactada, esta ley es una reforma demasiado amplia, sin sustento tĆ©cnico, inconstitucional e ilegal en varios aspectos, carĆ­sima para los contribuyentes, que puede generar mercantilismo y corrupción.

 

¿QuĆ© congresista estarĆ­a de acuerdo con esto? Esperamos que ninguno, aunque…

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